Esta pintura es una copia o versión de un original de principios del S.XVII en la línea de Rubens o Jordaens, difícil de datar con exactitud.
Presentaba un estado de conservación en general bastante bueno, sólo pequeñas pérdidas de capa pictórica de poca importancia. Su principal problema fue el barniz deteriorado que oscurecía el cuadro, no permitiéndonos disfrutar de su color original; además de cierta suciedad superficial de índole diversa.
La eliminación de barnices antiguos y su sustitución, es uno de los principales problemas en restauración de pintura. La diferente naturaleza de las resinas y su resistencia a los disolventes hacen que sea algo complicado, de soluciones muy diversas. No obstante, la dificultad y peligro principal rae en que la eliminación es un acto irreversible, es decir, no podemos volver atrás. Si nos llevamos parte del color original, esto es irreparable. La resistencia de los barnices y la de los colores, suelen ser similares, además como que la limpieza se hace gradualmente, es difícil determinar el momento exacto en que la pintura está limpia o se tiene que continuar uno por el más. Siempre es necesario operar con prudencia y ante la duda es preferible que quede un poco de suciedad que no llevarnos pintura original.
Con todo, la restauración de esta pieza fue bastante bien, pudiendo recuperar buena parte de su esplendor original.